¿HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE?

¡Confirmado! No era un sueño y definitivamente no entendí nada mal. Ok revisemos si tiene un trato que terminar eso sólo significa una cosa, ¡va a terminar con Hina! Hoy mismo, ahora, quizás lo está haciendo en este momento y todo por mí, wow, Darien sí que hablaba en serio y no tarda en cumplir lo que dice. Entonces, ¿qué pasará ahora? Creo que sólo hay una forma de averiguarlo…


Hola Darien no te preocupes por hoy
soluciona tus cosas tranquilo, claro
que podemos vernos mañana, nos
ponemos de acuerdo al almuerzo te
parece?


No se oía tan mal, no era un mensaje comprometedor ni dejaba en videncia mi gran curiosidad, no me imagino como irá a reaccionar esa mujer, tal vez haga un escándalo o se tire en sus brazos rogando para que no la deje otra vez. En verdad espero que Darien se libre de ella y no por algún interés en particular, simplemente para que esté libre de esa manipuladora. Mientras balanceaba en mi cabeza las hipótesis de la posible reacción de Hina un nuevo mensaje llegó.


Mañana no ire a la universidad
paso por tu casa en la tarde?
dime a que hora te acomoda
un beso princesa!


Umm no irá mañana, raro, muy raro, por qué no va a ir. Será mejor que deje mis ideas detectivescas por un rato, tendrá otras cosas que hacer, supongo.


A las 5 esta bien para mi
nos vemos, suerte hoy
Kisses


Día martes, las clases fueron de lo más normal, aunque yo no aguantaba la curiosidad de saber qué pasó con Darien e Hina; ¿en realidad habrá terminado con ella? O mejor dicho ¿en verdad habrá terminado con ella por mí?

Efectivamente ese día ni se apareció por la U, me fui a casa de lo más tranquila, casi se me había olvidado que tenía que salir luego. En cuanto llegué a mi dulce hogar di unas vueltas, y luego me cambie de ropa. Darien llegó tan puntual como siempre y yo por esas casualidades de la vida estaba lista.

Ya en su auto…
-Hola Darien
-Hola princesa, cómo estás
-Bien, gracias, y tú qué tal
-Yo bien y ahora mejor, porque estoy contigo- me guiñó un ojo y me dedicó una sonrisa, yo simplemente sonreí, me sonrojé y miré al frente- ¿Te parece ir a la heladería de la otra vez?
-¿En verdad? ¡Claro! Me encantó ese lugar
Hubo un momento de silencio hasta que me animé a preguntar:
-Oye, Darien… y ¿qué tal te fue ayer?
-Ya hablaremos de eso ¿te parece?
-Por supuesto, no hay problema- en ese momento me quedé en blanco, luego de todas las posibilidades que imaginé respecto a lo que pasó ayer ahora no se me ocurría ninguna.

Como recordarán la maravillosa heladería Ice Blue quedaba a hora y media de mi casa, por lo que en el camino platicamos sobre la Universidad y el resto sólo oímos la radio.

Una vez sentados, en la terraza nuevamente, y ya con nuestros helados al frente yo esperaba que él comenzara a hablar, pero se dedico un buen rato a jugar con su cuchara dentro del helado, lo saboreaba un poco, se aclaraba la garganta y miraba de reojo al horizonte. Tal vez no era la mejor idea, pero la curiosidad me estaba matando y ya me estaba sintiendo incómoda con la situación, así que respiré profundo y pregunté:

-¿Estás bien?
-Sí- suspiró
-¿Está todo bien?- pronuncié muy bien cada palabra
-Demasiado
-¿Ah?
-¿Sabes lo qué hice ayer?- capturó mi mirada sin posibilidades de escapar- Supongo que lo imaginas por el mensaje que te envié, ¿o no?
Yo asentí con la cabeza y murmuré- lo de terminar el trato, ¿verdad?
-Exacto, ayer cuando salí de la Universidad, llamé a Hina y le dije que tenía que hablar con ella. No sé si lo presentía, lo intuyó o simplemente lo supo, pero todo salió demasiado…¬¬- se quedó pensativo
-¿Demasiado qué, Darien?
-Demasiado fácil (más le sonó a pregunta que a respuesta)
-Vaya, me esperaba cualquier cosa menos que resultó fácil, acaso te dijo simplemente OK, Darien, sé feliz yo me retiro- dije en un tono burlón que se me escapó, pero también pretendía que él se relajara un poco.
-La verdad, Serena, es que le faltó poco para eso. No entraré en detalles, pero en concreto le dije que…

Flash Back
-¿Qué es lo que querías decirme, cielo?
-Debo hablar algo serio contigo
-Ya veo, no será referente a nuestra relación ¿o sí?- dijo bajando la mirada
-A decir verdad, precisamen…
-Dime algo Darien- interrumpió- acaso…- me miró directo a los ojos- ¿acaso tú ya encontraste a alguien más, alguna chica con la que te gustaría estar?
-Para ser honesto, Hina, sí me gusta una persona y la verdad quiero intentar algo con ella
-¿La conozco?
-Eso no tiene importancia
-Por favor, no me interpondré en tu camino, sólo quiero saber si la conozco- hizo una pausa y con una sonrisa dijo- Vamos, Darien, sabes que te quiero mucho y significas mucho para mí, sólo quiero saber quién será la afortunada que tendrá la posibilidad de estar contigo y claro saber si te merece, mi cielo- dijo en un tono “demasiado” amable
-Está bien- dije en un suspiro- sí la conoces
-¿Es de la Universidad?
-Sí, Hina, es de la Universidad
-De ese grupo nuevo de amigos que tienes, ¿verdad?
-Hina, por favor
-Ya te dije, sólo quiero estar segura que te vas con alguien que te merezca
-Ok, sí es de ese grupo
-De casualidad no será la rubiecita. ¿Serena?
-¿Por qué crees qué es ella?
-Digamos que es simple intuición femenina
-Umm, no me convence mucho tu respuesta, debo admitir, creo que hay algo que no me estás diciendo, te conozco muy bien- la miré de reojo, pero luego me sonreí
-Escucha Darien- dijo tomando mi cara entre sus manos- te lo dije aquella vez y te lo diré de nuevo, te dejaré libre si así lo deseas, no seré un obstáculo para ti- hizo una pausa- Eso sí, espero que no dejemos de ser amigos y mucho menos perdamos el contacto, no me agradaría nada que salieras de mi vida
-Claro que no, eso ni lo menciones, sabes que siempre estaré ahí si me necesitas
Fin del Flash Back

-Luego de eso nos abrazamos, me dio un beso en la mejilla y se fue.
-Wow, en verdad fue… demasiado fácil. Creí que te haría un escándalo como la vez que me contaste
-Yo también, tal vez no un “escándalo” como tú dices, pero sí me esperaba una reacción un poco más… no sé, más…
-Emotiva, exagerada, dramática?
-Jaja no seas mala con ella
-No soy mala, soy realista en base a la percepción que tengo de ella- dije en tono petulante
-Bueno, princesa, como ves ya estoy libre, libre para ti
-¿Eh?- creo que en ese momento se me olvidó respirar
-¿Por qué esa cara? ¿Acaso creías que no era en serio?
-Yo… la verdad…no creí…
-Escúchame bien, Serena- de pronto se puso muy serio- si te dije que estaba interesado en ti y que intentaría conquistarte es porque así es, ¿acaso creíste que jugaba?
-No dije eso
-Pero parece que es lo que pensabas
-No es así, pero todo esto es raro para mí- sentí como mis mejillas ardían
-Sabes que puedes confiar en mí, princesa, ¿por qué no me dices lo qué te pasa?
-Eso es precisamente lo que me pasa- tomé aire mientras observaba su rostro de confusión- no estoy acostumbrada a esto, es raro cada vez que me llamas princesa, no entiendo por qué tu interés en mí, no me explico como dejaste a tu novia para “intentar” tener algo conmigo
-¿Desconfías de mí o de mis intenciones contigo?- estaba muy serio, pero se veía compresivo y relajado, lo cual me confundía más
-No desconfío de ti, de hecho te contado cosas que ni mis amigas saben
-¿Entonces?
-No me explico esta situación, trato de entender cómo pasó todo esto, cuándo comenzó. Para empezar ¿desde cuándo nos llevamos tan bien tú y yo?, hasta donde recuerdo peleábamos todo el tiempo
-Eso era porque tú te ibas en contra de todo lo que yo decía
-Y a ti te encantaba seguirme la pelea, no te hagas- dije aguantándome la risa
-Por supuesto, te ves encantadora cuando te enojas y me daba risa verte a punto de explotar, jajaja
-Que gracioso! Ahora resulta que me hacías enojar para matar el aburrimiento- fingí molestarme, pero por alguna extraña razón no lo estaba en lo absoluto
-Vamos, hermosa, tú siempre empezabas a discutir, yo sólo te seguía
-Lo sé, es que detesto perder, jaja
-Créeme que me di cuenta de eso en cuanto te conocí
-No me culpes, además por esos días ustedes sólo hablaban de la fiesta de aniversario
-Es cierto, pero tú nunca explicaste tus razones con claridad, ¿cómo pretendías que supieras lo que te molestaba?
-Bueno, ahora, tú mejor que nadie sabe porqué reaccioné así
-Lo sé y hablando de la fiesta, ¿te dije alguna vez lo increíblemente hermosa que te veías?
Mis mejillas se estaban incendiando, mejor dicho toda mi cara parecía necesitar la ayuda de los bomberos o algo por el estilo, simplemente bajé la vista a la mesa y dije- gracias- de pronto algo me hizo hablar más de la cuenta y no supe en que momento levanté la mirada y capturando sus profundos azulinos dije- tú no te quedas atrás, recuerdo tu traje, te veías muy elegante.

Al día siguiente en clases estaba ansiosa por la hora del almuerzo, no era como aquel día en que los nervios no me dejaban en paz, ahora quería ver que haría Darien y como le respondería yo, definitivamente, estaba lista para el juego, eso sí debía ser cautelosa por dos importantes razones:
1.- Mis amigos y en especial mis amigas no se tienen que enterar.
2.- Debo estar muy atenta a las sorpresa del señor Chiba, ya sabemos que no sé puede adivinar mucho con él.
Cuando faltaban 25 minutos para la hora del almuerzo, mi celular comenzó a vibrar, gracias al cielo lo tenía en silencio, y como sorpresa número uno del día de hoy tenemos un mensaje de texto:

Te espero en la cafetería
en media hora, espero que
vayas sola. No tardes

Bien, no era nada difícil de hacer, sólo deshacerme de Mina, esto se parecía a misión imposible, pero algo se me tenía que ocurrir. Cuando salimos de clases, partimos con rumbo a nuestra mesa de siempre, Ray y Lita nos esperaban ansiosas, más parecía que se estaban ahogando.
-Serena: Hola chicas
-Mina: Ray, ya cuéntamelo todo
-Serena: ¿Contar?
-Lita: Hay Serena, eso te pasa por no conectarte anoche, te pierdes las noticias
-Serena: ¿Noticias, de qué hablan? No entiendo nada
-Mina: Sobre la cita de Ray, ahora deja de hacer preguntas, no aguanto para saber todos los detalles- dijo mientras tiraba del brazo de Ray para sentarla a su lado.

Esto era perfecto, una de las cosas que más le interesaba a mi querida e inseparable amiga, hablar de chicos.
-Serena: Oigan, yo también me muero por escuchar la historia, pero necesito ir a la cafetería vuelvo en dos segundos y me ponen al día, Ok
-Mina: Sí, sí vete y date prisa

Le hice caso a Mina y caminé rápido hasta encontrarme con Darien, eso sí en el camino me pasó una pregunta por la cabeza: ¿Con quién tuvo una cita Ray? Increíble lo que te pierdes por no estar una noche en MSN.
-Hola, siento la demora, deshacerse de Mina es más difícil de lo que parece
-No te preocupes- dijo en medio de una sonrisa- sabía que vendrías- se volteo y me miró de reojo
-¿Y cómo estabas tan seguro?- dije arqueando una ceja
-Simplemente lo sabía- me susurró al oído
-Bueno y se puede saber para qué requería mi presencia el señor adivino- dije en tono burlón
-Claro, ¿quieres un café?
-Está bien… oye, ¿para eso me pediste que viniera? ¿Para tomarnos un café?
-Sí-dijo divertido
-Y yo creyendo que era otra cosa- murmuré
-¿Qué dices?
-Que por hacerme venir hasta aquí deberás invitarme unas galletas también
-No hay problema, pero no creo que haya sido un gran sacrificio para ti venir hasta aquí- me sonrió

Cuando llegamos a la mesa con las chicas…
-Mina: No lo puedo creer
-Ray: Es verdad, yo tampoco lo esperaba
-Lita: Ya habían pasado varios días
-Serena: ¿De qué hablan?
-Ray: Vaya, sí tardaste poco Serena. Hola Darien
-Darien: Hola Ray, Mina, Lita
-Mina: Hola Darien. Hay Serena, no me digas que tú urgencia por ir a la cafetería era un café y unas galletas
-Serena: Pues… yo…
-Lita: Déjala Mina, mejor que escuche la historia de Ray
-Serena: Haber me quedé en que Ray tuvo una cita, cómo fue eso, cuándo, dónde y lo más importante, con quién

Darien me miró de reojo y luego se dirigió a unos pasos de la mesa, donde se encontraban Andrew y Haruka, obviamente este era una tema de chicas y ellos no estaban interesados en los detalles, aunque me pareció que Darien puso un poco más de atención que mis otros dos amigos. Miré a los chicos quienes se dieron vuelta para recibir a Darien, le sonreí a Haruka y saludé a Andy con la mano, me senté con las chicas y me dispuse a escuchar.

Que sorpresa me llevé al escuchar que la cita de Ray fue con el chico que conoció en la fiesta de la Universidad, Neflyte. Ella estaba toda emocionada hablando del lugar al que fueron, de lo que él le dijo, de cuando se despidieron, en fin, típica conversación sobre chicos incluía cada minúsculo detalle. Por mi parte sí estaba escuchando, pero no con total atención, mientras mi emocionada amiga relataba su salida yo tenía mis propios asuntos en mente, para ser más exacta meditaba sobre dos cosas:

1. El hecho de que a Ray, y en general a mis amigas, les entusiasmaba tanto salir con un chico y luego contarnos todo como si fuera algo único. Esto lo comparaba conmigo misma que sí también había compartido algunas experiencias con ellas, pero no creo haberme visto ahogada por compartir esa clase de información, bastaba verme ahora, lo mucho que me preocupaba mantener lo más discreto posible el juego que se estaba desarrollando justo en sus narices.

2. Hablando del jueguito, no podía evitar mirar de reojo hacia donde estaban los chicos, varias veces choqué con la mirada de Darien, quien de vez en cuando fijaba su atención en nuestra dirección. Algo me decía, él intuía que nuestra nueva actividad debía mantenerse en reserva.

Bueno volviendo al tema de la cita, Ray nos contó como Neflyte la invitó un par de veces a salir durante las llamadas que le hacía desde la fiesta- en realidad yo no recuerdo que haya mencionado más de una llamada, pero con mi mente en la Luna y mis constante distracciones ante cualquier cosa no se podía confiar mucho en mi retención de datos respecto a algunas situaciones- en fin, la cosa fue así. Este chico llamó a Ray casi a diario desde que se conocieron, la invitó a salir un par de veces hasta que ella aceptó- inteligente de su parte no aceptar a la primera- Ray nos explicó que prefirió fijar un lugar para verse con él y no que pasara por ella a su casa, luego fueron a un lindo restaurant- o como dijo ella “un cálido y encantador lugar que inspiraba el romance”, una descripción demasiado empalagosa para mí-. Luego de comer, una deliciosa pasta, fueron a dar un paseo y finalmente la llevó a su casa en donde se despidió de ella con tierno beso en la frente.

Me sentí un poco mal, estaba bastante poco interesada en la historia de mi amiga y aunque ella estaba refiriéndose a uno de mis temas menos favoritos en el mundo, yo debía ponerle toda la atención. Por otra parte tenía mi propia historia dando vueltas por mi cabeza, una parte de mi cerebro no podía dejar de pensar en cuál sería el próximo movimiento de Darien o acaso era mi turno de realizar una jugada, a decir verdad, creo que me estoy tomando demasiado en serio este tema, sólo me falta planear estrategias de ataque, será mejor dejar que fluyan las cosas y no llegar a idear tácticas de guerra.

Cuando llegó la hora de volver a clases nos despedimos de los chicos que debían partir en seguida, en ese momento pasó- lógicamente ahora yo estaba atenta a cada pequeño detalle- cuando Darien se iba pasó su mano por toda mi cintura como si me soltara de un abrazo, fue tan rápido y espontáneo que nadie más lo noto- eso creo- para finalizar me miró a lo lejos y se sonrió mientras volteaba. En ese preciso instante decidí que era hora de tomar cartas en el asunto, como dije dos podíamos jugar, unos minutos antes de salir de clases saqué mi celular- es tan práctica la tecnología en estos casos- una sonrisa se dibujó en mi mente cuando lo imaginé al leer mi mensaje.

Hola! Salimos hoy?

Increíble lo que puedes hacer con tres simples palabras- jaja- incluso podría haberme ahorrado el saludo, de cualquier modo, se hizo esperar con la respuesta. Él sabía mi horario de salida, por lo que me llamó cuando iba camino a casa.
-Hola
-¿Así qué la princesa quiere salir?
-Pensé que sería… divertido
-Suena interesante, ¿dónde te gustaría ir?
-No lo sé, ¿qué propones?
-¿Cómo es la frase que usas conmigo? A ti se te ocurrió así que tú decides- jajaja
-Muy ingenioso- dije en tono sarcástico- podríamos ir al parque
-¿Al parque?
-Sí, un paseo por el parque, ¿no te agrada la idea?
-Sí me agrada, en realidad me da lo mismo el lugar… me interesa más la compañía
-Pues la compañía quiere pasear
-Muy bien ¿a qué hora nos vemos?
-A las 6 ¿te parece bien?
-Ok, a las 6 paso por ti, adiós mi princesa
-Nos vemos

Listo! Todo estaba saliendo excelente, ahora íbamos a salir y de seguro él creería que tenía más oportunidades porque yo lo invité, pero yo tenía pensado actuar como si estuviera con mi mejor amigo, a ver si resiste.

En cuanto Darien llegó a mi casa empezaron las sorpresas, partiendo porque cuando me subí al auto no me dio el saludo que yo esperaba, con certeza creí que diría “hola princesa” y en vez de eso…

-Hola Serena- apenas me miró
-Hola Darien, ¿cómo estas?- le hablé muy amablemente
-Bien gracias, entonces ¿vamos al parque?
-Vamos al parque- me senté derecha y mantuve la vista al frente

Durante todo el camino- unos diez minutos hasta nuestro destino- apenas y cruzamos palabras, la escasa conversación giró entorno a las cosas de la universidad y otros asuntos irrelevantes. Cuando estuvimos en el parque paseamos un rato y hasta vimos el atardecer, pero nada iba como yo esperaba, otra vez me sorprendió reaccionando de manera inversa a mis expectativas. Supuse, que me haría halagos o trataría de acercarse o… qué sé yo, se supone que está en plan de conquista ¿o no? Tal vez, en realidad, era malo para este tema. La curiosidad me quemaba por dentro, se hacía cada vez más grande e inaguantable, dudé por un largo rato en cuanto a qué debía hacer. Acaso me quedaría callada, guardaría todas mis interrogantes y seguiríamos actuando casi con indiferencia o, al contrario, debía manifestar mis inquietudes y aclarar todo, no me parece justo estar jugando sin saber las reglas. Finalmente- apreté mis labios durante el último segundo de vacilación- me decidí.

-Darien, ¿Puedo hacerte una pregunta?- dije mirando al piso, casi avergonzada
-Por supuesto, las que quieras- su tono era muy amable, pero nada fuera de lo común
-No entiendo- levanté la mirada para observar su expresión
-Esa no es una pregunta, Serena- rió sutilmente- ¿Qué es lo que no entiendes?
-A ti- dije firmemente, mientras su expresión se volvía confusa- tus reacciones, tu cambios
-Vaya, según tu percepción soy bastante complicado, ¿verdad?
-Demasiado para mi gusto
-Umm, aún no veo tú punto
Suspiré y me tomé dos segundos antes de hablar
-Creí… tú dijiste… se supone que estabas interesado en mí
-Lo estoy- interrumpió
-Y tú dijiste, mejor dicho, me pediste que te dejara conquistarme y estar cerca de mí, ¿cierto?- por un minuto creí que me diría que lo había soñado
-Así es, estoy contigo ahora- me miró fijamente y noté que aún estaba confundido por mis preguntas- Si no quieres seguir en mi compañía puedes decírmelo, yo lo entenderé- su tono era tan relajado, casi indiferente
-No es eso, para nada Darien, de hecho me agrada tu compañía, es sólo que no entiendo- repetí mientras buscaba las palabras adecuadas para explicarme
-¿Qué cosa, princesa?
-¡Eso!- exclamé- precisamente eso- quedó en blanco frente a mi respuesta- Darien, me confundes, me dices una cosa y luego haces otra. Dijiste que ibas a conquistarme y me sigues tratando como a cualquier amiga; un momento actúas… de manera… muy, tú sabes, eres muy atento conmigo y luego actúas casi indiferente hablando trivialidades.

Lo miré fijamente para captar cada detalle en su rostro que pudiera revelarme algo que no dijera con palabras, entonces, me miró más profundamente e hizo una mueca que pareció sonrisa. Acercándose lentamente, adoptó un tono grave y me habló muy suave.
-¿Así que eso te confunde?
-Sí
-O sea, yo te confundo- su voz era hipnótica y supe a dónde se dirigía, yo le había dado el pase para ganar esta partida y ya no tenía como volver atrás.
Asentí con la cabeza sin dejar de mirarlo.
-Y a ti te gusta que yo sea… como dijiste… “atento” contigo- fue más una afirmación que una pregunta.

Seamos honestas, el asunto de la conquista se le da mejor de lo creí, resultó todo una táctica para llamar mi atención y yo ingenuamente caí. En ese preciso momento estaba a la deriva con mis pensamientos, me sentí inestable, ya que para variar con Darien nunca sabía que esperar, sólo quedaba ver que rematara su jugada, lo cual no desmereció para nada sus previas acciones.

Se acercó tanto que con cada palabra suya podía sentir su cálido aliento acariciando mi rostro, esto hizo que se me pusiera la piel de gallina. En ningún instante desclavó su mirada de la mía. Sentí como rodeaba firmemente mi cintura, deslizando la palma de su mano por cada centímetro de ésta hasta tenerme sujeta a él, al mismo tiempo que decía:

-Admítelo Serena, te gusta que te seduzca, te encanta que esté cerca de ti y mis caricias tampoco pasan desapercibidas- puso su mano aún más firme a mi alrededor.

¡Rayos! Me dejó atónita durante unos minutos, no sé si fueron dos, cinco o veinte, sólo estaba consciente de que no podía abandonar su penetrante mirada y que, definitivamente, no quería soltarme de sus brazos. Sus palabras calaron hondo, abrieron una puerta en mi cabeza que yo, sin darme cuenta, había estado ignorando. Simplemente, Darien tenía razón me gustaba estar con él, extrañaba sus actitudes cariñosas conmigo y por supuesto que me gustaba su jueguito seductor; porque puedo admitir que Darien me atrae, pero no descarto el hecho que la base de todo esto es un juego que tarde o temprano alguien debe ganar y hasta ahora el marcador no iba en mi favor.
No importa, no pensaba rendirme tan fácilmente, esto apenas estaba comenzando con las reglas sobre la mesa. Me obligué a mí misma a retomar la cordura y decidí anotar un par de puntos, él no era la única cajita de sorpresas por aquí. Respiré profundo y le respondí en el tono más seguro que pude emitir en ese momento.

-Está bien, Darien Chiba, tienes toda la razón- hice una pausa esperando algún comentario que nunca llegó, al parecer era mi turno de hablar- Sí me gusta salir contigo, sí me gusta cuando intentas seducirme y sí, tus caricias nunca han pasado desapercibidas.

Se sonrió triunfante y se acercó a mi oído para susurrarme:
-Lo sabía
Suavemente me soltó de sus brazos y abriendo la puerta de copiloto de su auto me dijo- Es hora de irnos princesa, ya es tarde
Sentía como un ligero tono carmesí se apoderaba de mi rostro, no me estaba ruborizando para nada, era cólera, cómo se atrevía a hacerme esto otra vez, se me dificultaba pensar con rabia en mi sistema, pero pude llegar a una de mis efectivas conclusiones. Darien sabía perfectamente lo que hacía y tal vez podría quemarme al querer jugar con fuego.

Los días pasaron y las cosas siguieron de forma similar. El juego seguía bajo los mismos movimientos turnados, uno sorprendía al otro y luego se cambiaban los papeles. Al final, se convirtió en un vaivén que duró un par de semanas. Aquí entre nos, ya comenzaba a preguntarme cuánto más pensaba acercarse a mí sin intentar nada en realidad. Más que un intento por conquistarme, parecía un coqueteo de ambas partes.

Así fue como empecé acostumbrarme a nuestras salidas, al parque, a la heladería, al cine… precisamente cierta salida al cine fue donde el juego terminó. No recuerdo el nombre de la película que vimos aquella vez, sólo sé que era de terror y en verdad asustaba, me sobresalté un par de veces durante la función. Por fin cuando terminó…

-Wow, en verdad estuvo muy buena esta película- dije con una risita nerviosa mientras salíamos de la sala del cine
-A mí me gustó mucho, pero creo que tú te asustaste bastante- comentó Darien analizando mi expresión
-No, como crees
-Pues te noté inquieta durante algunas escenas
-Para nada, no me asusta una simple película- mi tono era petulante
-Yo creo que sí- susurró con dejo burlón
-Soy mucho más valiente de lo que imaginas, Darien, no me asusta cualquier cosa
En ese momento giró hacia mí y se acercó acorralándome contra el pasillo, con un brazo se apoyó en la pared bloqueándome la salida mientras que con el otro iba abrazando mi cintura lenta y firmemente, al momento que decía:
-¿Estás segura de ser tan valiente como dices?
-Cien porciento segura- afirmé con una mirada dominante
-Yo creo que le temes a las cosas más simples- enarcó una ceja
-Y ¿qué te hace pensar eso?- en ese momento adopté una postura rígida
-Ja, por favor- se acercaba cada vez más- Serena Tsukino, le tienes miedo a un simple beso
-Claro que no- en ese momento me relajé, sabía que él no intentaría nada, al fin y al cabo siempre me provocaba y se acercaba a mí para dejarme esperando- Ya te dije que soy mucho más valiente de lo que crees
-Pruébalo- dijo desafiante, acercándose hasta que el espacio desapareciera entre nosotros, sólo nos separaba un hilo de cálidos alientos entremezclados.
-Adelante- susurré casi inaudiblemente, estaba tranquila, supuse que como siempre se alejaría dejándome sin respiración por nada, pero en ese momento… en ese preciso momento sentí sus labios presionando los míos. El contacto era tan cálido, tan suave que mi boca poco a poco cedió ante el sorpresivo beso, noté que su labio inferior estaba justo entre los míos y entonces pareció que alguien le hubiera dado permiso para soltarse y dejarse llevar, de pronto su mano en mi cintura me apretó contra su pecho como asegurando que no fuera a escapar, su mano libre pasó por mi cuello subiendo por mi mejilla y finalmente enredó sus dedos en mis cabello sosteniéndome por la nuca para no despegar nuestras bocas. Fue un beso delicado, tal como es el primer beso entre dos personas que se están conociendo, jugando al límite entre la ternura y la pasión, intentado complacer y al mismo tiempo dejar con ganas de más. No sé cuanto tiempo duró, pero justo cuando me di cuenta de que me estaba dejando llevar por el momento y noté que su agarre en mi cabeza ya no era tan firme, me separé repentina y suavemente a la vez.

Suspiré una vez, para normalizar mi respiración y permanecí dos segundos con los ojos cerrados, sería raro abrirlos ahora, no sabía que esperar; Darien con cara de victoria o acaso estaría esperando la continuación, quizá tendría una risa burlona en su rostro, habían tantas opciones; pero no podía quedarme todo el día de esa forma por lo que decidí actuar. Abrí mis ojos lentamente y cuando encontré los suyos, alegué:

-Lo ves, no me da miedo un simple beso
Hubo un segundo de silencio y luego tomó mi mentón para levantar mi cara y decirme:
-Contigo no hay nada simple, Serena- finalmente sonrió y yo me uní elevando la comisura de mis labios.

Salimos del cine riendo como si nada hubiera pasado, sólo éramos un par de amigos que acababan de ver una película juntos.

Hasta el día de hoy me pregunto si mi error fue pensar que éramos amigos o que el juego había terminado. Como sea, la realidad no era ni la una ni la otra, al parecer la atracción se alimentaba de cada momento juntos y el juego estaba apenas comenzando.

Esos días en la Universidad fueron bastante interesantes y no sólo por la nueva complicidad entre Darien y yo, sino por como se dieron las cosas para que nuestro nuevo trato siguiera y se mantuviera en secreto.

Los chicos eran mi menor preocupación, los de años superiores siempre tenían más responsabilidades que nosotras. Haruka tenía que realizar un proyecto y Andrew estaba en un nuevo taller.

En cuanto a las chicas… ese era un tema de alerta o lo habría sido si no fuera porque Ray les trajo algo más de que hablar. Para mi sorpresa mi amiga estaba saliendo con Neflyte, al parecer ambos se gustaban mucho y llevaban unas cuantas citas. Lógicamente, esta novedad causó gran interés en mi grupo, increíble como potencian un hecho hasta obtener toda una historia, un día durante el almuerzo creo ya estaban hablando de planes a futuro y cosas de esas, les pregunté si estaban consientes de lo que decían y de que apenas estaban conociéndose, me respondieron- claro que sí, Serena, pero eso no quita que podamos imaginar lo que podría pasar. Que ilusas, pero ese no era mi foco de interés por esos días, gracias a la noticia de Ray y la imaginación de las chicas, casi pasaban desapercibidas mis repentinas ausencias durante el almuerzo y los cambios de clases. Siempre podía argumentar una escapada a la cafetería o al baño. Así fue como me zafaba para ir de travesura libremente a algún rincón de la Universidad.

Los encuentros a escondidas con Darien resultaban bastante divertidos, creo que esa emoción tuvo su cuota de influencia para que siguiéramos así por un tiempo.

Darien Chiba, jamás imaginé que alguien pudiera zarandear mi vida de tal manera, él llegó para romper mi esquema y disfrutaba haciéndolo. Si bien, no dejó su juego de seducción, tampoco dejaba de hacerme enojar cada vez que tenía oportunidad. Recuerdo un par de ocasiones en especial, un par entre las tantas veces que discutimos y entre las tantas veces que nos “encontrábamos por casualidad” en algún rincón de la Universidad.

Nuestro grupo ya estaba acostumbrado a nuestra “amistad bipolar”, así la llamaba Mina, a veces bien a veces mal, un día amigos al otro peleábamos sin parar- claro con pelear me refiero a cortas discusiones sin importancia que casi siempre Darien provocaba sólo para molestarme.

Por ejemplo, cierto día durante el almuerzo. Se encontraba todo el grupo reunido, quedaban pocas semanas de clases y eran escasas las ocasiones en que teníamos tiempo para estar todos juntos y conversar tranquilamente. Aprovechando la oportunidad nos poníamos al día con las noticias de cada uno. Mina estaba interesada en un chico de no sé dónde; Amy estaba bastante entretenida conversando con Haruka de no sé qué; Lita no paraba de preguntarle cosas a Andrew y para la sorpresa de todos Ray estaba de novia con Neflyte. Entre todas esas historias de la nada comenzó una discusión entre Darien y yo, por alguna tonta razón debe haber sido, de cualquier forma, yo siempre terminaba casi gritando y él con una sonrisita en sus labios. Esta vez mi querido amigo Andy decidió intervenir…
-Por Dios, ya están peleando otra vez, juro que hay veces en que se llevan como perros y gatos.
-No es mi culpa que esta gatita no sepa perder- señaló Darien con tono arrogante
-Eso es porque no he perdido contigo, Darien, además eres tú el que siempre me está molestando.
-Bueno, bueno, ya basta, es hora de ir a clases.
-Tienes razón, Haruka, es tardísimo- dijo Amy mientras se preparaba para retirarse
En ese momento todos recogimos nuestras cosas y mientras nos despedíamos, Darien pasó junto a mí murmurándome en el oído:
-Sabes que puedo hacerte perder mucho más que una simple discusión- me susurró de forma seductora en un tono grave.
Y tenía razón, él conocía su efecto en mí, podía hacerme perder el aliento, la cordura, el control de mis acciones y sobretodo, la paciencia.
Cosas como esta pasaban a menudo, era un hecho evidente que algo había entre nosotros dos, pero con las mismas ganas que nos reuníamos, lo manteníamos en secreto. No sé por qué él aceptaba que fuera así, quizá sólo para darme en el gusto o tal vez, también sentía la emoción de encontrarnos a escondidas y tener que esperar a que nadie nos viera para besarme. Precisamente, por una de esas esperas, las chicas, comenzaron a sospechar…

Era un día relajado en la Universidad, teníamos pocas clases, ya que se acercaban los exámenes y los cursos estaban terminando. Esa tarde la pasamos sentadas en los jardines cerca de nuestro de edificio, con las chicas hablamos sólo cosas triviales, no estábamos de ánimo para poner a funcionar las neuronas a menos que fuera necesario.
Platicamos mucho acerca de la relación de Ray, iba mejor cada día, ella y Neflyte cumplirían un mes de novios oficiales dentro de poco. Luego Mina comenzó a planear las vacaciones.
-Chicas, debemos hacer algo interesante este verano
-Mina, no te adelantes- dijo Ray
-Es cierto, primero deberías preocuparte de estudiar para los exámenes y aprobar todas tus materias- señaló Amy de forma relajada sin dejar de ser seria.
-Pero Amy, ya estoy aburrida de estudiar, quiero disfrutar mi juventud- se quejó Mina dramáticamente
-Tú siempre tan exagerada, arriba esos ánimos, Mina, ya nada más nos quedan los exámenes finales y seremos libres por dos meses- Lita sonreía esperanzada
-Lita tiene razón-dije mientras buscaba algo en mi bolso- en cuanto acabemos con los finales saldremos a celebrar y a divertirnos
-De eso no les quepa duda- nos advirtió Mina emocionada- Serena, pero que lindo brillo de labios, te queda perfecto
-Gracias, es muy lindo ¿verdad?
-Me encanta, parece que tuviera destellos dorados
-Así es Lita. Chicas en seguida vengo voy al baño- anuncié antes de levantarme y partir.
La verdad, estábamos cerca del baño de chicas, no debía tardarme más 5 minutos, pero justo antes de llegar una distracción me sorprendió en el caminó. Iba concentrada mirando el piso cuando de repente alguien jaló de mi brazo firmemente y me acorraló contra un robusto árbol, antes de que pudiera levantar la mirada sentí una suave presión contra mis labios, unas manos firmes alrededor de mi cintura que me abrazaban contra un cálido y familiar cuerpo. Posteriormente, cuando mi boca fue liberada de un intenso beso…

-Hola princesa- susurró Darien con su mirada clavada en mis ojos
-Vaya, veo que hoy estás muy espontáneo- le dije muy coqueta
-No quería esperar hasta la tarde, necesitaba un adelanto
-Ya lo tienes, ahora libérame antes de que las chicas comiencen a preguntarse por mí- le sonreí mientras acariciaba su mejilla
-Ok, pero nos vemos esta tarde, no lo olvides
-No lo haré, nos vemos en un rato- le guiñé un ojo- ¿Irás donde las chicas?- le grité mientras me alejaba
-En un instante- contestó antes de alejarse

Evitábamos tener esos encuentros dentro de la Universidad, pero había momentos en que, simplemente, no los podíamos evitar. Cada vez que ocurría algo así seguíamos por caminos distintos y luego llegábamos con el resto del grupo como si nada. Esa tarde no sería diferente, o al menos eso creía yo, fui al baño y volví a reunirme con las chicas.
-Serena, ¿Por qué te tardaste tanto?
-¿Eh?... ¿Yo? Bueno, es que… la verdad, estaba repleto y tuve que esperar
-Miren, ahí vienen los chicos, preguntémosles que planes tienen para el verano
-Hola chicas- saludó Haruka
-¿Cómo están?- preguntó Darien, dirigiendo a todas una amigable expresión
-Holaaa, al fin veo a mis chicas favoritas- exclamó Andrew emocionado
-Hola chicos- saludamos al unísono
-Estamos muy bien, gracias- contestó Amy
-Que bueno que llegaron- señaló Lita- Mina quería hacerles una pregunta
-Es cierto, a ver si ya para de una vez y se calma con el tema- manifestó Ray
-¿Qué querías preguntarnos, Mina?- dijo Darien mirándola de frente
-Verás, Darien, lo que yo quiero saber es…- en ese momento hizo una pausa y se quedó viéndolo fijamente al rostro
-Adelante, Mina, te escucho
Mina permaneció en silencio mientras balanceaba su mirada entre el confundido rostro de Darien y el mío. Nos observó detenidamente un instante a cada uno y luego dijo con tono pícaro:
-Darien, ¿por qué tienes brillo en la cara?
-¿Brillo? ¿Dónde?- Darien parecía no comprender a que se refería mi curiosa amiga, mientras que yo ya veía hacia a dónde apuntaba esa pregunta.
-Pues aquí- indicó Mina señalando alrededor de la boca de Darien, quien pareció entender repentinamente lo que sucedía
-Oye, tienes razón- Lita intento disimular una risita
-Que curioso. Serena, esos destellos parecen de tu brillo labial- acusó Ray viéndome con los ojos entrecerrados
-¿Qué? De mi brillo labial, para nada, se están confundiendo- trate de sonar lo más calmada posible y parecer convincente, pero la respuesta de Mina me dejó muy claro que no logré mi objetivo
-Dime, Serenita,- me observaba fijo a los ojos con mirada acusadora- ¿Estás segura que tardaste en el baño por qué estaba repleto?

¡¡¡ATRAPADA!!! Así es como me sentí en ese momento y para colmo, Darien no me ayudaba ni siquiera parecía preocupado, es más, podría apostar a que vi elevarse la comisura de sus labios en señal de estar disfrutando la situación.
-Ya te lo dije, el baño estaba repleto- traté de mostrar indiferencia. Gracias al cielo, mi querido amigo me salvó en esta ocasión
-Oigan está muy interesante esta conversación- interrumpió Andrew con un deje burlón- pero tengo curiosidad por otra cosa
-¿Qué cosa?- dijeron las chicas
-¿Qué querían preguntarnos?
-¡Ciertooo!- exclamó Mina- quiero saber que planes tienen para las vacaciones de verano
Los tres chicos se miraron entre ellos, al parecer se esperaban una pregunta más trascendental, luego de un momento respondieron uno a uno.
-Bueno, un mes trabajaré tiempo completo en el CROWN para reunir dinero y el mes siguiente me iré a algún balneario o acampar
-La verdad, chicas, es que yo tomaré unos cursos de verano, tengo unos proyectos en mente y necesito aprender un par de cosas más- comentó Haruka con entusiasmo
-Haruka, sólo a ti se te ocurre ir a clases durante el verano- dijimos Mina y yo- que aburrido
-Yo no creo que sea aburrido- acotó Amy- me parece muy interesante
-¿Y tú Darien?- preguntó Ray
-Yo no estaré aquí durante el verano
-¿Iras de vacaciones? – dijo Lita
-Ojalá y pudiera, me iré de viaje en cuanto acaben las clases, pero será por asuntos de trabajo, me han ofrecido hacer un reemplazo en Fukui y no puedo rechazarlo.
-¿Fukui?- había algo en el nombre de esa ciudad, pero no podía recordar qué
-Así que no lo puedes rechazar, debe ser mucho dinero
-Mina, no seas entrometida
-No te preocupes, Amy, además no es por el dinero que me voy, más bien es por un compromiso

En ese momento se aclaró mi duda y pude recordar que tenía de particular ese nombre.

-Oye, Darien, ¿Fukui no es donde vivía Hina?
-¿Hina? ¿La ex novia de Darien?- musitó Lita
-Así es, la verdad es que su padre me ha recomendado para el empleo y no puedo fallarle
-Y apuesto a que ella estará allí, ¿no es cierto?- no pude disimular mi tono molesto
-No lo sé, hace un tiempo que no sé nada de ella
-Oye, Darien, nunca nos dijiste porqué terminaste con tu ex novia
- ¡Mina!- Ray, Amy y Lita la regañaron- no seas imprudente
-Yo sólo quería saber- puso una cara inocente
- Jajaja, está bien, no es de gran importancia, simplemente las cosas ya no eran como antes
Esa tarde acabó alrededor de un solo tema: el verano. Todos continuaron hablando y planeando, mientras yo tenía otra cosa en mente, Darien en Fukui durante todo el verano. Siempre me extrañó que Hina desapareciera tan fácilmente de su vida, que no hiciera un escándalo ni le rogara a Darien cuando terminó con ella para conquistarme, pero esta era su oportunidad de reaparecer en escena. Lo tendría cerca y solo para ella, sin “distracciones”.
¿Celosa? Tal vez, pero tenía una excelente razón, si bien Darien y yo no éramos novios ni mucho menos, sí teníamos algo informal. Para mí todo partió por una mezcla de cosas: atracción, capricho, un interesante juego, seducción. Precisamente, dentro de mis caprichos, su ex no tenía cabida.
Pasaron algunos días en los que todos nos distanciamos un poco, cada uno se puso a estudiar como loco para aprobar los terribles exámenes finales, yo había quedado de reunirme con Mina, pero ella sólo se quejaba de lo latoso que era tener que repasar toda la materia del semestre para una sola calificación, finalmente, acabe estudiando sola en casa.
Los profesores nos citaron un jueves en la tarde para entregarnos las notas finales, Darien y yo quedamos de vernos por la mañana, ya que no nos reuníamos hace más de una semana y este era el último día que tendría libre antes de partir. Fuimos a un parque cerca de la Universidad y ahí fue donde todo comenzó… o debería decir terminó.
-Te extrañaré mucho, mi princesa- me susurró al oído luego de besarme
-Hablando de eso, ¿por qué no me habías dicho que te ibas?- lo miré a los ojos para captar su expresión
-Lo supe unos días antes de contárselos y no había tenido oportunidad de hablar contigo
-De todas formas se me hace extraño que “tengas” que pasar todo el verano con Hina
-Ajá- exclamó- así que ese es el asunto
-¿El asunto?
-Estás celosa
-Claro que no
-Claro que sí, admítelo- abrazándome más fuerte

Por supuesto que estaba celosa, no quería que él tuviera un encuentro cercano con la bruja manipuladora, pero ¿qué podía hacer?, admitirlo jamás. Sí le decía que era por celos creería que gustaba más de la cuenta y no entendería, ni un millón de años, que es parte de mi capricho. Ya sé que está mal ser así, pero no lo puedo evitar, sí me gusta y me agrada estar con él, pero quiero las cosas tal y como están, ni más ni menos.
Me separé de él repentinamente y lo encaré.
-¿Estás seguro qué ella no estará ahí?
-No, de hecho es muy factible que vaya a visitar a su familia
-Ya lo sabía, apuesto que buscará cada instante posible para verte
-Serena, por favor, el que ella esté en el mismo lugar que yo no significa que tenga que verla, tal vez me la tope una o dos veces, pero nada más
-Pues, yo creo que todo lo contrario, apuesto a que te buscará y no creo que como amiga
-Y con eso pretendes que te crea que no estás celosa- dijo en tono burlón
-Darien Chiba, no tengo porqué estarlo, además tú y yo no somos novios, eres libre de hacer lo que quieras- mi voz expresaba clara molestia
-Eso es porque tú no quieres, pero ¿sabes? Tienes mucha razón, soy libre de hacer lo que me plazca- ahora él estaba notoriamente disgustado
-Como sea, es ella la que me molesta y además aún no entiendo porqué no podías rechazar el empleo
-El papá de Hina ha sido muy amable conmigo, durante los años que lo conozco me ha tratado muy bien, aun que lo he visto pocas veces le tengo un gran carió a toda su familia
-A su hija querrás decir- murmuré intentado no se escuchada, pero fallé
-Ya te lo dije, Serena, voy por asuntos de trabajo y en verdad no veo la razón de esta escena
-No es una escena
-Escúchame, pareces una novia celosa que hace problemas por nada
-¿Cómo me dijiste?- esa frase realmente molestó, cómo se atreve a llamarme “novia celosa”, sabe cuanto odio a las chicas inseguras que celan a sus novios por cualquier estupidez.
-Ya me oíste, y te recuerdo que si estamos así es porque tú no quieres algo más
-Claro que no quiero algo más, pero no veo a qué viene eso
-A que no reclames cosas que no son
-Sabes, ya me harté de esto, puedes irte y hacer lo que quieras, trabajar o salir con quien quieras- reclamé exaltada
-No necesito tu permiso y ten por seguro que haré lo que yo quiera, en especial descansaré de ti
-¿Descansar de mí?
-Mírate, Serena, no cambias, sigues siendo la misma niñita caprichosa que conocí meses atrás. Creí que estabas cambiando, madurando un poco, pero al parecer me equivoqué
-Esto es el colmo, no tengo porqué aguantarte, espero que vaya “muy bien” en tu viaje- di un énfasis irónico en esas palabras- Yo me largo, tengo mejores cosas que hacer- me di media vuelta y comencé a caminar
-Vamos, Serena, no seas así, no te comportes como una niña malcriada- dijo para hacerme voltear, pero no lo consiguió

Me dirigí rumbo a la Universidad, me encontraría con las chicas dentro de un rato y necesitaba calmarme antes de verlas. Eso estaría difícil, ya que no podía sacar unas palabras de mi cabeza, “niñita caprichosa”, lo de caprichosa no es problema, pero llamarme “niñita” tal y como lo hizo la arrastrada de Hina en la fiesta, cuando nos conoció. Me sumergí mucho pensado sobre la discusión. Darien y yo habíamos peleado en cientos de ocasiones, pero esta fue la primera vez en serio. Con un último pensamiento, decidí no darle más vueltas al asunto, claro que era caprichosa, pero no significa ser inmadura, si quiere a alguien “madura” que vuelva con su ex mayor que él. Yo me ocuparía de disfrutar al máximo mis vacaciones y no perdería un segundo más con tonterías.

-Chicas, ya vi todas mis notas y aprobé con excelente rendimiento- dijo Amy muy contenta
-Era de esperarse, pero no te creas que fuiste la única- Mina tenía una actitud orgullosa
-Es cierto, nosotras también aprobamos todas las materias- aclaró Lita
-Claro, pero no con tan excelente rendimiento, verdad Mina, jaja- dijo Ray divertida
-Bueno, Ray eso da igual, lo importante es que ahora debemos celebrar- dije con determinación- No pienso quedarme encerrada el primer fin de semana de vacaciones.
-¡Qué emoción!- gritó Mina- nuestro primer verano universitario.